En un movimiento sin precedentes, los políticos europeos se preparan para votar una nueva propuesta de legislación que regula el uso de la inteligencia artificial (IA). Esta ley propuesta, acertadamente denominada “Ley de inteligencia artificial”, surge en medio de la creciente preocupación de los expertos que advierten sobre los graves riesgos y las consecuencias no deseadas que podría desencadenar la tecnología de IA no supervisada.
La inteligencia artificial (IA) ha recibido una atención significativa recientemente. Desde estudiantes que aprovechan aplicaciones impulsadas por IA como ChatGPT para escribir artículos, hasta expertos médicos que utilizan herramientas de IA para avanzar en la investigación del cáncer, el uso de AI Él está en todas partes y aparentemente ilimitado. Sin embargo, la proliferación de contenido generado por IA, Incluyendo su imagen, videos y música, ha provocado serios debates sobre cuestiones de derechos de autor y el potencial para difundir desinformación.
A petición de Elon Musk: regulación sobre inteligencia artificial
En respuesta a estas crecientes preocupaciones, los legisladores en Europa dieron un paso al frente para proponer la Ley de IA. Su objetivo es implementar un marco que garantice que la tecnología de IA no solo sea segura, sino también transparente, rastreable, no discriminatoria y respetuosa con el medio ambiente. Si se aprueba, esta ley sentará un precedente mundial como la primera legislación integral de este tipo para regular la inteligencia artificial.
La innovadora ley propone controlar el uso de la inteligencia artificial en base a tres claros niveles de riesgo. En primer lugar, identifica un “riesgo inaceptable” asociado con usos poco éticos de la IA, como el seguimiento biométrico o la creación de puntuaciones sociales similares a las representadas en ficciones distópicas como “Black Mirror” de Netflix.
Protección de los derechos fundamentales frente a las bases de datos y la tecnología
En segundo lugar, la ley aborda los usos de “alto riesgo” de la IA. Estas aplicaciones pueden poner en peligro la salud de las personas, el medio ambiente o violar los derechos fundamentales de las personas. Un ejemplo de una aplicación de este tipo podría ser una herramienta de inteligencia artificial que escanee currículums para calificar a los solicitantes de empleo, una práctica que, si bien es útil, debe cumplir con regulaciones estrictas para evitar la discriminación basada en factores como la raza, la edad o el género.
Si bien este proyecto de ley marca un hito significativo en el campo de la legislación de IA, su camino para convertirse en ley aún está muy lejos. Está previsto que el Parlamento Europeo vote sobre el proyecto actual en junio, e incluso entonces solo se convertirá en ley después de que tanto el Parlamento Europeo como el Consejo Europeo hayan llegado a un acuerdo al respecto. Esta legislación histórica puede convertirse en un importante punto de inflexión en la historia de la inteligencia artificial, definiendo estándares para su uso e influyendo en su desarrollo en todo el mundo.